El acero se seguirá produciendo en suelo británico
Las dos Cámaras del Parlamento aprueban la ley para nacionalizar British Steel

El acero se seguirá produciendo en suelo británico. Las dos Cámaras del Parlamento británico han aprobado este sábado en sesión extraordinaria una ley para nacionalizar la empresa British Steel, hasta ahora en manos de la empresa china Jingye. La Ley de la Industria Siderúrgica (Medidas Especiales) ha sido aprobada primero en la Cámara de los Comunes y posteriormente en la Cámara de los Lores, por lo que tras recibir el beneplácito formal por el rey Carlos III ya se ha convertido en ley. Durante la votación ha habido movilizaciones del personal de la empresa, que ha impedido incluso a los ejecutivos de la empresa china acceder a la sede del Parlamento, La subida de los aranceles al acero ha sido uno de los argumentos que ha escrigimido la compañía para justificar el cierre por falta de rentabilidad.
Desde el Gobierno han defendido la necesidad de habilitar al Ejecutivo para asumir la dirección de las empresas siderúrgicas británicas, “lo cual utilizaremos para proteger la planta de Scunthorpe”. El argumento principal es que si, como se teme, se paraliza la actividad de los altos hornos de Scunghorpe, sería mucho más complejo y caro reanudar su funcionamiento.
El primer ministro británico, Keir Starmer, visitó el mismo sábado y por sorpresa los altos hornos de Scunthorpe, donde se ha reunido con trabajadores de la planta. “Vosotros sois los que hacéis que esto funcione. Vosotros y vuestros compañeros habéis sido desde hace años la columna vertebral de British Steel y es muy importante que lo reconozcamos”, ha declarado el líder del Partido Laborista.
Por eso “era realmente importante que hoy, tras estar en el Parlamento esta mañana, viniera directamente aquí para veros cara a cara y hablar con vosotros”, ha añadido. “Son vuestros puestos de trabajo, vuestras vidas, vuestras comunidades, vuestras familias”, ha proseguido.
Los trabajadores han dado las gracias a Starmer. “Aún no lo hemos conseguido. Aún queda mucho trabajo que hacer”, ha advertido uno de los empleados de la empresa.
Más tarde, en un comunicado oficial, Starmer esgrimió el “interés nacional” para respaldar esta iniciativa: “Un futuro seguro. Un Reino Unido reconstruido con acero británico, por el interés nacional”, argumentó.
Además, la “intervención” sirve para “proteger los puestos de trabajo de miles de trabajadores”. “Este gobierno pasa página a una década de declive, con nuestro corazón manufacturero vaciado por el gobierno anterior”, ha señalado. Así, Starmer ha destacado la ampliación del aeropuerto de Heathrow o la construcción de “el mayor parque temático de Europa en Bedford” como ejemplo de su gestión. Por su lado, el sindicato GMB ha asegurado que lleva mucho tiempo abogando por la nacionalización como única vía para salvar la industria siderúrgica británica.
Inestabilidad y pérdidas financieras
A finales del pasado mes de marzo, British Steel, anunciaba el inicio de las consultas sobre el cierre de sus dos altos hornos, la planta de producción de acero y la reducción de la capacidad de laminación de acero en la localidad inglesa de Scunthorpe, amenazando la continuidad de hasta 2.700 puestos de trabajo.
La compañía recordó entonces que, desde 2020, Jingye ha invertido más de 1.200 millones de libras esterlinas (1.437 millones de euros) para mantener las operaciones en un contexto de inestabilidad productiva y pérdidas financieras de alrededor de 700.000 libras (838.187 euros) diarias, defendiendo que, a pesar de estas inversiones, “los altos hornos y las operaciones de producción de acero ya no son financieramente sostenibles” debido a las difíciles condiciones del mercado, la imposición de aranceles y los mayores costes ambientales relacionados con la producción de acero con alto contenido de carbono.
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